Todos tenemos momentos en los que estamos esperando algo de parte de Dios:
Esperando escuchar su voz.
Esperando el cumplimiento de una promesa.
Esperando la respuesta a una oración.
Puede que estés esperando que un hijo vuelva a casa, que alguien que se apartó del Señor regrese, que tu cónyugue se convierta, que Dios te sane. Puede que estés esperando que Dios te responda a tus preguntas más profundas: "¿dónde estuviste cuando pasó eso? ¿porqué lo otro no pasó como me esperaba? ¿porqué no contestaste como pensaba?"
Todos tenemos esos momentos y esos momentos son oportunidades: o bien para el diablo, que desea con todo su ser, usar esa espera para hacernos dudar y cuestionar a Dios y para que nuestra fe se enfríe. O por otro lado, esa espera puede ser un momento en el que luchamos y empujamos más allá de nuestra duda para llegar a la verdad: Él es digno. Tengamos la respuesta a lo que buscamos o no, Él es digno en nuestros malos días, en nuestros buenos días cuando todo parece ir genial y tenemos una sonrisa en el rostro, cuando le sentimos, cuando no le sentimos.
Los momentos de espera, son una invitación: puedes esperar a lo lejos mientras te preguntas porqué Dios está tardando tanto, o puedes acercarte y espera a sus pies. Te aseguro que si esperas a sus pies, poniendo a un lado las dudas, anclándote en su dignidad y persiguiendo su presencia, la espera merecerá la pena, porque él será tu recompensa. Y la verdad, es que su presencia y persona, es mejor que cualquier cosa que estuvieses esperando de antemano.
Lee los siguientes versículos y escríbelos en tus propias palabras
Salmo 27:13-14 Hubiera yo desmayado, si no hubiera creído que había de ver la bondad del Señor En la tierra de los vivientes. Espera al Señor; Esfuérzate y aliéntese tu corazón. Sí, espera al Señor.
Isaías 40:31 Pero los que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas. se remontarán con alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán.
Salmo 27:4 una cosa he pedido al Señor, y esa buscaré: que habite yo en la casa del Señor todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del Señor y para meditar en Su templo.
Preguntas de reflexión
¿Puedes recordar alguna situación por la que pasaste, que aunque no salió como esperabas, pudiste ver como Dios lo usó para bien?
¿Confías en que Dios puede usar cualquier cosa por la que estés pasando para tu bien?
En medio de dificultad, Jacob luchó con el ángel del Señor toda la noche, hasta recibir un toque de Él. ¿Crees que Dios quiere usar tu espera para encontrarse contigo de esta misma manera? ¿Alguna vez te has luchado con Dios de esta manera?